Cuando escuché por primera vez hablar sobre tintas comestibles me produjo cierta confusión, y aunque me atraían la cantidad de posibilidades que ofrecía este nuevo concepto, no negaré que me produjo cierta desconfianza el pensar en comer tinta. Así que emprendí una pequeña campaña para averiguar sobre estas tintas y su recién descubierto nuevo uso. Lo que a continuación os explico es la información que encontré al respecto:
Las tintas comestibles se realizan a base de colorantes naturales libres de gluten, éstos son introducidos en cartuchos para ser utilizados con impresoras de inyección de tinta que permiten la utilización de papel comestible y hojas para la realización de transfers. Estos cartuchos de tinta comestibles deben utilizarse exclusivamente en impresoras nuevas, sin haberlas utilizado previamente con las tintas habituales no comestibles.
Por lo que he podido saber sobre estas tintas, hace años que su uso ha sido instaurado en repostería y están perfectamente probadas y reguladas para garantizar su consumo.
Disponen de una fecha de caducidad a partir de la cual no deben ser consumidas.
Tanto las tintas como las hojas de impresión deben cumplir con la normativa sanitaria de la U.E., y contar con los registros y certificados sanitarios necesarios.
Para la próxima entrada quisiera explicaros alguna de las sencillas posibilidades que nos ofrece esta técnica de impresión de fotografías comestibles.
Hasta la vista.
Fuentes de información: DULCE IMPRESIÓN, SUMINISTROS COHESA